Queremos sin duda impresionar a nuestros invitados de una forma original y refinada.
En respuesta a la necesidad de volver a lo elemental, las propuestas en decoración incluyen todos los componentes propios de la naturaleza, flores, plantas, maderas, ramos diversos y el uso de aire y fuego como centros de atracción.
El agua y el fuego son atractivos que desde los sonidos y las apuestas visuales se convierten en ideales aliados para captar la atención de los asistentes. Sin nada que sea demasiado extravagante siempre será bonito tener en cuenta una fuente, o antorchas sofisticadas.
Lo importante radica en una equilibrada distribución de los los colores, texturas y tamaños. Por ejemplo, si lo que quieres es incluir vistosos ramos de gamas amplias, puedes armonizar con una cristalería y platos de formas neutras o incluir otro objeto de color más tierra. En muchos casos los metálicos entran a dar esa contundencia con artículos como: candelabros, centros de mesa, bloques de madera, cerámica mate, entre otros.
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